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Los juegos de mesa entre el arte y el diseño

La semana pasada fuimos con la Pau de Fractal a una entrevista que le hicieron al escultor Francisco Gazitúa. Durante la charla, dijo que antiguamente la escultura y la arquitectura eran una sola disciplina y que a su parecer era un error distinguirlas entre sí. Esta pregunta respecto al límite entre áreas creativas me quedó dando vueltas, y apareció nuevamente al día siguiente caminando hacia la oficina con la Pau y Simón mientras conversábamos sobre juegos de mesa.



 Tratamos de resolver si los juegos de mesa eran obras de arte u objetos de diseño. Es una pregunta difícil, en parte porque hay que definir “qué es arte” y “qué es el diseño”, lo que es medio imposible. Simón defendía que eran obras de arte, y yo y la Pau, ambas diseñadoras, argumentábamos que estaban más cerca de nuestra disciplina.

 

Mientras hablábamos, los límites entre arte y diseño se hacían más difusos, y me pregunté si valía la pena distinguirlos. La conversación terminó sin una conclusión muy tajante y me quede pensando en ella muchos días después. Finalmente, reflexionando y repasando los argumentos que conversamos y otros más, cambié de opinión, ahora sí creo que los juegos de mesa son obras de arte.

 

Los juegos de mesa son producidos en masa y cada copia es indistinguible de la siguiente. Esto suele relacionarse con el diseño, incluso se argumenta que el diseño comenzó con la revolución industrial, y su serialización fue lo que lo separó del arte y la artesanía. Sin embargo, el cine, la fotografía o la literatura, también producen obras de forma masiva y no cuestionaría que son obras de arte.


Por otro lado, el juego, como muchos objetos de diseño, incluye un manual que te indica una manera de utilizarlo, no es un objeto de libre interpretación como la mayoría de las obras artísticas. Pero creo que cualquier persona que juega puede fundamentar que un manual no define la interpretación del juego. Los movimientos, estrategias y elecciones son personales, y dependerán de la interpretación de las reglas. Muchas formas de arte incluyen “reglas”, aunque estas no estén dispuestas en un manual. El teatro y la danza son buenos ejemplos: un guión o una coreografía podrían ser reglamentos aún más estrictos que un manual de juego y sin embargo los actores, directores, montajistas y bailarines se expresan e interpretan por sobre ellos.

 

También está el método con el que son creados los juegos. Lo que yo entiendo por “diseñar” es el proceso cíclico de analizar una problemática, proponer una solución, ponerla a prueba y modificarla según los resultados de esta prueba. El diseño de juegos utiliza el mismo proceso de ideación, prototipado, testeo y re diseño. Cabe mencionar que el término en inglés es “game designer”, y al menos en mi experiencia, cuando he creado juegos de mesa siento que eso estoy haciendo, diseñando. Aún así, se podría argumentar que otras disciplinas artísticas usan este método. Un comediante testea y va refinando su rutina, incluso los bocetos de un pintor podrían considerarse testeos y rediseños de una composición.

 

El juego de mesa contiene estas y más características del diseño, pero también comparte estos elementos con otras obras indiscutidamente artísticas. Podríamos decir que es ambas cosas a la vez, pero me pregunto si bajo esta lógica cualquier objeto de diseño sería considerado arte. ¿Un conjunto de señaléticas, un empaque, o una batidora eléctrica son obras de arte también? 


A mi parecer hay una diferencia muy importante: estos objetos de diseño resuelven problemáticas existentes, que vienen desde “fuera del ellos”, tales como “la gente se pierde cuando viene para acá”, “necesitamos que quepan varias cajas en este mueble” o “batir a mano provoca tendinitis”. Se podría decir que hay una necesidad externa de que existan.

 

En el caso de los juegos, son un fin en si mismos, alguien quiso inventar problemas y formas de resolverlos, sólo por el hecho de crearlos. Y hay personas que quieren jugarlos, aprender y resolver estos problemas, sólo por hacerlo. Eso para mí está muy relacionado al arte.




De todas formas no quiero ignorar la firme relación que veo con el diseño. Por eso me quedo con lo siguiente: los juegos de mesa son una forma de arte cuyo medio es el diseño. Tal como un artista puede pintar para hacer un cuadro, escribir para hacer un libro, puede diseñar para hacer un juego.

 

Cuando pensaba en los juegos como arte sentía que no podían serlo por que yo había hecho uno, y yo no era una artista. A veces miramos el arte como algo inalcanzable, tenemos esta idea del artista como un ser iluminado y expresivo, y me alegra mucho pensar que una obra de arte puede ser ejecutada con un método tan obsesivo y meticuloso como el del testeo, análisis, prototipado y rediseño.

Finalmente me hizo sentido hacer el discernimiento, porque creo que los juegos son espacios donde los diseñadores, o cualquier persona a la que le guste diseñar, podemos hacer arte usando nuestro medio.


Laura Mena

Diseñadora y desarrolladora de juegos

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